Mejorando la movilidad para personas discapacitadas
Jaime Gomezjurado Sarria. Manufacturas de Cemento S.A.
En la última década ha cobrado importancia en Colombia, la incorporación en el diseño y en la construcción de espacio público de elementos para que las personas con discapacidades motrices y visuales puedan desplazarse por las ciudades. Sin embargo, la cobertura de estas soluciones es aún muy baja y desafortunadamente gran parte del espacio público no puede ser disfrutado como debería, por personas de edad avanzada o con algún grado de discapacidad, por cuanto en muchas zonas hacen falta rampas, superficies táctiles y señalización con colores, que alerten sobre los obstáculos y desniveles.
Los prefabricados de concreto, tales como, sardineles, bordillos, losetas, adoquines, cunetas, contenedores de raíces, barreras y bancas, son ampliamente utilizados en la construcción de proyectos de urbanismo y transporte masivo, porque tienen muchas ventajas, entre las que se pueden enumerar su larga vida útil, la posibilidad de incorporar superficies táctiles, la facilidad para conformar rampas, la flexibilidad para modular diversos diseños arquitectónicos, la versatilidad en acabados, la sencillez para instalarlos, el bajo costo, la velocidad en el avance de obra, la resistencia frente al vandalismo e incluso la posibilidad de utilizarlos de nuevo cuando se realizan intervenciones al espacio público.
Rampas
Las rampas están definidas como un descenso de la superficie del andén y se clasifican en vehiculares y peatonales, las primeras están diseñadas para permitir el paso a zonas de parqueo o áreas de descargue y las segundas para que las personas puedan subir o bajar del andén para cruzar las calles.
La norma NTC 4143 – Accesibilidad de las personas al medio físico. Edificios, rampas fijas – establece que la pendiente máxima en la dirección de desplazamiento de las rampas en casos excepcionales, puede llegar a ser de hasta el 12% y fija valores menores dependiendo de la longitud y de la diferencia de nivel a salvar, valores que oscilan entre el 6% y el 8%. También establece una pendiente transversal máxima del 2% y un ancho mínimo de 90 cm para permitir el giro de las sillas de ruedas.
Las rampas pueden ser vaciadas en el sitio, prefabricadas, o elaboradas con losetas y/o adoquines. Esta última opción es la más utilizada porque además de que se puede modular con los prefabricados que se utilizan para conformar los andenes, permite tener continuidad con los elementos táctiles y demarcadores que se colocan en el piso para guiar a los invidentes. Generalmente, la parte inferior de estas rampas se delimita de la calzada con sardineles o cordones que tienen altura variable, los cuales se modulan con el resto de elementos prefabricados. De la misma manera que los andenes, las rampas deben ser construidas con materiales antideslizantes para evitar que no se presenten caídas o resbalones de personas cuando se detienen antes de cruzar las calles o cuando caminan con velocidad.
Los elementos prefabricados de concreto son una de las mejores alternativas porque, aún mojados, tienen una superficie áspera que asegura una alta adherencia de los zapatos. Para evaluar la resistencia al deslizamiento de los diferentes materiales empleados como recubrimiento de los andenes se utiliza el péndulo descrito en la norma NTC 5129 – Método de ensayo para determinar las propiedades de fricción de una superficie, usando el Péndulo Británico– el cual se detiene por la fricción que causa un empaque de caucho normalizado sobre la superficie evaluada.

Superficies táctiles
Las superficies táctiles tienen elementos en alto relieve que permiten dirigir a las personas con limitación visual a lo largo del andén por una ruta segura y sin obstrucciones, indicándoles entre otros, los obstáculos, los cruces de calzada y el acceso a edificios públicos y a sistemas de transporte. La colocación de estos elementos en alto relieve se debe hacer de forma que se tenga espacio suficiente para que la persona pueda transitar con un perro guía y con la ayuda de su bastón pueda identificar el significado del relieve. La geometría de las superficies táctiles está diseñada para que cause la menor interferencia a los peatones y para que no genere vibración ni restricción a las sillas de ruedas y a las bicicletas.
Se emplean dos superficies táctiles con las cuales se puede crear un código que proporcione las instrucciones necesarias para facilitar el desplazamiento de las personas invidentes. Las primeras tienen bandas en alto relieve y se utilizan para indicar el sentido de desplazamiento o cuando se colocan de manera cruzada para alertar sobre la proximidad de un obstáculo; las segundas, tienen cascos de esfera truncados en alto relieve los cuales significan una interrupción de la circulación, como, por ejemplo, la terminación del andén, un cruce vehicular o el acceso a un vagón de servicio público.
El alto relieve requerido para la señalización puede hacerse en cualquier material superpuesto sobre el andén, pero lo más práctico es dejarlo sobre los elementos que conforman la superficie de los andenes. Por esto la norma NTC 5610 – Accesibilidad al medio físico. Señalización Táctil– especifica unas dimensiones que permiten modularlos en unidades completas o en mitades de adoquines y losetas de sección estándar. Los adoquines y losetas de concreto con superficies táctiles, deben cumplir con las normas NTC 2017 – Adoquines de concreto para pavimentos– y NTC 4992 – Losetas de concreto para
pavimentos– respectivamente, de manera que tienen la misma apariencia, igual resistencia y durabilidad que el resto del material utilizado para conformar los andenes.
Para su aceptación en obra se realizan ensayos de absorción, módulo de rotura y resistencia al desgaste. En el momento de la instalación de los prefabricados con superficie táctil, se requiere especial cuidado para asegurar que queden nivelados y sobretodo en la posición indicada, por cuanto un adoquín o loseta colocada de manera equivocada causaría desorientación de los usuarios.
Con los peatones es necesario y conveniente hacer programas de sensibilización e instrucción, especialmente en las ciudades donde se utiliza por primera vez la señalización táctil. Así las personas podrán hacer la lectura adecuada de las superficies durante sus desplazamientos. Con el propósito de ayudar a guiar a personas cuya visión es deficiente, también se utiliza la señalización con colores, la cual permite alertarlos sobre los cambios de nivel o la cercanía a zonas de precaución.
Los colores más empleados son el amarillo y el rojo, aunque se pueden utilizar otros que generen contraste
con el resto del color del andén. Una alternativa para la señalización con color son los adoquines y losetas
de concreto con color integral, los cuales generalmente se fabrican en dos capas: la que queda a la vista con espesor mínimo de 8 mm utiliza cemento blanco con colorantes para lograr el tono requerido y la inferior con mayor espesor fabricada con cemento gris.

Pisos para estaciones de transporte masivo
Los pisos de las estaciones de transporte masivo pueden ser construidos, entre otros materiales, con terrazo, losetas o adoquines de concreto, los cuales pueden tener diversidad de colores, acabados y textura. Así mismo, pueden tener la superficie táctil que se necesite para asegurar la movilidad de los peatones.
En los pisos instalados sobre estructuras elevadas en los que se requiere bajo peso, una alternativa empleada en Bogotá han sido los módulos de concreto reforzado con fibras de vidrio, los cuales tienen muy poco espesor, gran ductilidad y alta resistencia mecánica.
También se han utilizado placas de concreto pretensado de pequeño espesor, las cuales pueden ser fabricadas con la misma diversidad de colores, acabados y textura, que las losetas o adoquines.
